OR TESHUVA
  Un nuevo comienzo
 

Un Nuevo Comienzo para El Hombre Restaurado

Introducción:

En el momento en que usted recibió a Yeshúa El Mesías como Rey y Redentor personal, tomo la decisión más grande e importante de su vida, a partir de esa decisión su vida tiene un fundamento sólido para que pueda crecer y disfrutar de una vida abundante en El Eterno.

Hay 8 cosas “que suceden” en nosotros en el momento de recibir al Mesías de acuerdo a Efesios 1: Toda bendición espiritual (verso 3) nos es dada y podemos en listarlas en el siguiente orden: Somos escogidos por Elohim con un propósito (verso 4).   Estamos predestinados para bendición (verso 5).   Somos aceptos al Padre Celestial (verso 6).   Tenemos redención y nueva admisión ante YAHWÉH (verso 7ª).   Tenemos perdón de Elohim (verso 7b).   Tenemos gracia sobre nuestra vida (verso .   Obtuvimos una herencia (verso 11-12).   Fuimos Sellado con una garantía (versos 13-14).   Esto da a nuestra vida la oportunidad de Un Nuevo Comienzo, como si acabaremos de nacer y de hecho hemos renacido de manera espiritual hacia con Elohim.

Tengo Una Vida Renovada

En Efesiyim/Efesios 4:17-32 El Emisario Shaúl/apóstol Pablo nos exhorta a vivir de una manera diferente a la que estamos viviendo actualmente.   Esta forma de vida es porque no conocemos el Evangelio del Eterno y Yeshúa El Mesías no mora en nuestras vidas.   La nueva vida en El Mesías significa cambiar de actitud frente a la manera actual de pensar y actuar.   En El Mesías la vida tiene una nueva dimensión y una calidad de vivirla.  Esta nueva vida comienza desde el momento en que creemos en Yeshúa y le aceptamos como nuestro Redentor y Salvador, reconociendo nuestras faltas y arrepintiéndonos de corazón.    Este nuevo estado de nuestra vida resulta en nuevo estilo de vida.

Decimos juntamente con el Enviado Shaúl: “Para mí el vivir es El Mesías” “Ya no vivo yo, mas vive El Mesías en mí” (Filipiyim/Filipenses 1:21; Galatayim/Gálatas 2:20b).   Ahora bien, si El Mesías vive en mí, entonces debemos tener el mismo sentir de Él, como lo señala Pablo en su carta a los Filipenses (2:5).   Es tener el deseo de obediencia a Elohim a su Plan de Vida, El anhelo de buscar a Elohim y necesidad de santidad, así también es tener sentimientos de amor, de bondad, humildad y compasión por los demás   No es lo mismo decir que somos creyentes “hijos de Elohim” pero que en la práctica nuestros hechos y palabras desdicen esa nueva vida en Yeshúa.    De ahí que la vida del converso a Elohim no sea sólo una postura o un hermoso enunciado, es vivir en El Mesías.

Hay cuatro razones que hacen necesario una nueva vida en nosotros y estas son:

-          Que en El Mesías Yeshúa recibimos el perdón de nuestros pecados (Yohanán Alef/1 Juan 1:9) (Qolasiyim/Colosenses 1:14) (Maaseh/Hechos 10:43) y si pecado es “transgresión de la Ley de Elohim” (sus mandamientos, estatutos, preceptos y ordenanzas) entonces ahora mi vida buscara cumplir la Ley de Elohim.

-          En El Mesías Yeshúa ahora soy una persona nueva en el sentido de oportunidad y renovada en el sentido de personalidad (Qorintiyim Bet/2 Corintios 5:17) por tal razón necesito una cultura e identidad para poner mi vida a la imagen del Mesías y esta se da en la misma Palabra de Elohim.

-          En el Mesías Yeshúa paso a ser Hijo de Elohim, por tal razón tengo que aprender a vivir como tal (Testimonio de Yohanán/Juan 1:12)

-          En el Mesías Yeshúa tiene que haber una diferencia entre el que verdaderamente le conoce y el que no le conoce (Juan 10:10).

He sido hecho Libre en Yeshúa

Leamos Qolasiyim/Colosenses 1:13-14; La Escritura nos deja en forma clara, que los que hemos aceptado a Yeshúa como Adón (Amo, Dueño) de nuestra vida y no solo como religión de vida, hemos sido libertados de dos cosas:

-          Uno: del dominio de Satanás y

-          Dos: Del La Ley del Pecado y de La Muerte.  

El nos ha librado en El Mesías Yeshúa de toda condenación sobre nosotros a causa de nuestros pecados pasados, nos ha librado del castigo que merecíamos por nuestros pecados sin embargo esta liberación está condicionada a “no vivir más en la carne” (Romiyim/Romanos 8:1-2) y para El Apóstol Pablo un hombre carnal es aquel que no obedece los mandamientos de la Ley (Romiyim 8:7-8) (7:7-14)   

La libertad es el tesoro más anhelado por el hombre, cuando se le priva de ella comienza a morir, en cambio cuando se le otorga libertad, renace y comienza una nueva vida, los conversos a Elohim por medio de Yeshúa hemos nacido a una nueva vida en sentido espiritual y nuestra vida natural ahora será renovada por Su palabra, ya no estamos sujetos mas al yugo de esclavitud del pecado ni de Satanás, porque El Mesías nos ha liberado con Su propia vida, sin embargo este estado de libertad está sujeto a ciertas condiciones divinas tales como “no vivir más en la carne” (Romanos 8:1-2) y “no volver al yugo de esclavitud del pecado” (Gálatas 5:1)

Yeshúa nos ha libertado del Poder del Pecado, el pecado como ya hemos visto es desobediencia a las normas divinas establecidas, por él, el hombre fue expulsado del paraíso, el pecado lleva al hombre a su máxima decadencia, destruyéndole física, moral y espiritualmente; El pecado usurpa la voluntad del hombre, el cree ser libre para escoger su voluntad pero la verdad es que su voluntad fue vendida al pecado y es éste el que tiene dominio sobre su vida,  al venir Yeshúa en la carne, logro vencer con esta al pecado, es por esa razón que al aceptarle como Mesías (El Ungido de Dios) y permitir que viva su vida en nosotros, el pecado ya no tiene más poder sobre nosotros (Romiyim/Romanos 7:7-25).   Esto no indica que no podamos cometer algún pecado como seres humanos, lo que indica es que en Yeshúa podemos vencer cada día el sistema de vida pecaminoso y carnal y renovarnos para hacer la voluntad del Padre (Yohanán Alef/1 Juan 1:5-10).

Al librarnos del pecado Yeshúa también nos libero de su sentencia: La Muerte, y no se refiere a la muerte natural, sino a la muerte espiritual, nuestro pecado o desobediencia al Eterno nos hacia estar muertos para Elohim, esa es una Ley Divina, llamada “La Ley del Pecado y de La Muerte”, el que peca esta muerto para Elohim (Efesiyim/Efesios 2:1-5) (Bereshit/Génesis 3:1-24) (Romiyim/Romanos 3:23), no existe como Hijo, morirá físicamente, pero no tiene esperanza de resurrección para vida eterna sino para condenación eterna.   En los tiempos bíblicos quien pecaba físicamente tenía que morir algunas veces era apedreado, fuera del pueblo de Israel y fuera de los tiempos bíblicos quien peca esta muerto para Dios y destinado para la condenación eterna, sin embargo al aceptar la paga de nuestro pecado en el sacrificio de Yeshúa sobre nosotros no hay sentencia de muerte espiritual por lo que ahora sucede al revés estamos muertos al pecado pero vivos para Elohim (Romanos 6:11-14).      

Estamos en El Mesías muertos al pecado, ya no mas desobediencia a Elohim y su palabra, el pecado ya no tiene más poder sobre mí, pues no estoy bajo la ley de “muerto para Elohim” sino bajo la gracia de Elohim “vivo de entre los muertos” (Romiyim 7:5-6) (8:2-3), ahora su Plan de Vida o Toráh será nuestra cultura y norma de vida (Romiyim 5:15-23) (8:5-14) al vivir en la Ley del Espíritu de Vida nos mantendremos lejos de la Ley del pecado y de la muerte y esta Ley del Espíritu no es otra más que La Ley de Elohim que contiene sus mandamientos (Romiyim 5:14) (Yejezqel/Ezequiel 36:26-27) (Zakharyah/Zacarías 7:12) (Yejezqel 11:19-21) (Ivrím Netzarím/Hebreos Nazarenos 8:10-12) (Qorintiyim Bet/2 Corintios 6:16-18; 7:1).     

Esto lo vemos claro en El Testimonio de Yohanán/Juan 8:1-11, Una mujer es traída a Yeshúa acusada de adulterio, algo prohibido por La Toráh (Shemót/Éxodo 20:14) el dato era que en una forma de tentar a Yeshúa solo trajeron a la mujer para ser apedreada y La Toráh ordena la muerte de ambos (Vayiqrah/Levítico 20:10) cuando le dicen a Yeshúa que hacer, el no dice que no obedezcan La Toráh pues él dice: “El que de vosotros esté libre de pecado que arrojé la primera piedra”, aquí está la gracia de Dios en Yeshúa tomada de la misma Ley y eso era algo que Israel no había entendido pero que Yeshúa trajo a luz, para enjuiciar a otros primero debemos habernos hecho juicio a nosotros mismos, al terminar Yeshúa le dice: “vete y no peques mas” es decir, ve y obedece el mandamiento de Elohim.

Yeshúa también nos ofrece libertad de la condenación eterna, no tenemos porque morir, y no en referencia a la muerte natural, sino a la muerte eterna.   Existe un temor innegable a la muerte física, ella ejerce un poder aterrador sobre los seres humanos, la muerte es un enemigo implacable y a la vez equitativo, no hace distinción de raza, credo, condición social o idioma, trata a todos con la misma medida, El Mesías nos provee el antídoto contra el temor que produce la muerte, El Es El conquistador de la muerte, su resurrección es el testimonio de su triunfo, por tal razón los creyentes somos liberados del temor a morir, pues sabemos que esa muerte no será una cesación eterna sino un dormir para despertar a una resurrección de vida eterna.   

Yeshúa nos ha librado de toda condenación que había contra nosotros y nos circuncido (marco) para Dio-s (Qolasiyim/Colosenses 2:11-14) ¿se acuerda de las maldiciones dadas para todo el que desobedece La Palabra de Elohim? (Devarím/Deuteronomio 28:15-68) pues esa es el Acta de Decretos que Yeshúa clavo en el madero, las condenaciones y maldiciones que se nos imputaban.

Conclusión:

Leamos El Testimonio de Yohanán 11:25-26; Yeshúa ofrece vida eterna, sin embargo para participar de esa vida debemos morir a la vida que hemos llevado e iniciar de nuevo pero ya no según nuestros preceptos sino según los preceptos de Elohim establecidos en Su palabra (Yohanán 3:1-21), la oferta de Yeshúa el Mesías en Yohanán 11:25-26 contiene dos cosas: una promesa y una condición, la promesa es: la vida eterna, la condición es creer, es decir tener fe y la fe viene por la Palabra de Elohim.    La pasada manera de vivir tiene que dejar de ser y dar paso a la nueva forma de vida (Efesiyim 4:17-32), mientras tengamos la oportunidad de seguir viviendo aquí en la tierra podremos vivir dentro del Plan de Vida que Elohim ha dado, si llegaremos a dormir en el sueño de la muerte física sabemos que viviremos con el cuándo nos resucito como resultado de permanecer creyendo hasta morir.

 

 
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