OR TESHUVA
  ¿Es el alma inmortal?
 

III
¿Es el alma inmortal?

Durante mucho tiempo dentro del pueblo cristiano, mesiánico y en algunos grupos de judaísmo liberal ha circulado la enseñanza de que al morir un ser humano, si fue cristiano “va al cielo” si es un pagano “va al infierno”, mucho hemos escuchado en los funerales de cristianos ser dicho: “Él ya está en la presencia del Señ-r”, dando a entender que aunque veamos el cuerpo físico muerto y sin vida, el alma y el espíritu siguen vivos en alguna parte determinada: el cielo o el infierno.  

Ahora bien ¿el alma muere? Claro que si muere, esto lo explica La Palabra de Di-s de una manera clara e irrefutable, los muertos están en los sepulcros tal como enseño El Adon/Amo Yeshúa Ha Mashiaj (Yohanán/Juan 5:28-29) por consiguiente el Rab/Gran Maestro Yeshúa dice que los muertos están en los sepulcros, por lo tanto ellos no están vivos en un más allá, todos los muertos justos e injustos despertaran cuando resuciten, observe que los que están en los sepulcros, son las personas muertas y no solo su cuerpo, por lo tanto la doctrina de que los muertos están vivos en un “paraíso” o “en el infierno” ha sido totalmente equivocada, si Yeshúa dijo que los muertos están como personas en los sepulcros es imposible que estén vivos en algún otro sitio, observe también que Yeshúa dice que los muertos vivirán cuando resuciten, por lo tanto hay vida después de la muerte, pero esa vuelta a la vida ocurrirá únicamente cuando los muertos resuciten.

La Inmortalidad una creencia muy antigua y pagana

Es fuerte el deseo que tienen los seres humanos de permanecer vivos; tan fuerte, de hecho, que toda la historia revela que el género humano por lo general no ha querido aceptar la muerte.   Las costumbres funerarias antiguas y modernas no solo sugieren que los muertos están vivos, sino que pueden ejercer influencia en las personas, ya sea para bien o para mal.    Respecto a las creencias de los babilonios de la antigüedad, el profesor Morris Jastrow, hijo, escribe en The Religion of Babylonia and Assyria: “No debe suponerse que el negarle la inmortalidad al hombre incluyera la extinción total de la vitalidad consciente. Ni la gente ni los líderes del pensar religioso jamás se enfrentaron a la posibilidad de que fuera totalmente aniquilado aquello que en una ocasión fue creado.  La muerte era un pasaje a otra clase de vida, y la negación de la inmortalidad simplemente enfatizaba la imposibilidad de escapar el cambio en existencia producido por la muerte. . . . La religión babilónica no sobrepasa la etapa de creencia, característica de la cultura primitiva de todas partes, que no puede concebir la posibilidad de que la vida llegue a un fin absoluto.    Siempre presuponían vida de alguna clase en alguna forma.”

Según los babilonios de la antigüedad, la gente al morir entraba en Arallu, “la tierra desolada,” donde siguen viviendo una existencia lúgubre.   La Encyclopedia of Religion and Ethics de Hastings dice: “Se enterraba o se quemaba el cuerpo, en el cual todavía se interesaba vivamente el alma del difunto, y los parientes le suministraban alimento, bebida, ropa y los útiles que caracterizaban la ocupación que la persona había tenido en la Tierra.   La cremación y la sepultura de los cuerpos existían juntas desde los tiempos más remotos.”   Según la misma obra de consulta, aun en los casos de cremación, el alimento y otras cosas acompañaban a los restos. “Se recogían las cenizas cuidadosamente en la urna, en la cual colocaban jarros de bebida (cerveza en el período primitivo, agua más tarde), pan, etc., para satisfacer las necesidades inmediatas del alma.”  

Los babilonios de la antigüedad no solo creían que los muertos estaban vivos, sino que también creían que los seres humanos podían comunicarse con los muertos y que los muertos podían influir en los vivos.   Se desarrolló la costumbre de hacer sacrificios de comunión mensuales a las “sombras” de los antepasados muertos.   El profesor Jastrow señala que el temor incitaba a los vivos a participar en diferentes ritos asociados con los muertos.  Dice: “El suministrarles alimento y bebida a los muertos, el recordar sus virtudes en endechas, el traer sacrificios para honrarlos..., estos ritos se practicaban tanto por el deseo de conseguir el favor de los muertos y evitar sus malos designios como por motivos de piedad, que, por supuesto, no faltaban. El difunto a quien los parientes sobrevivientes no atendían bien se vengaría de los vivos por medio de vejarlos como tan solo un demonio pudiera hacerlo.”  

En el antiguo Egipto se abrigaban ideas parecidas respecto a los muertos. H. R. Hall, un especialista en las antigüedades egipcias, escribe: “La idea de que el que había estado vivo ahora estuviera absoluta e irrevocablemente muerto le era tan inconcebible a la mente pueril del egipcio más anciano como lo era a la mente de cualquier otro hombre primitivo.  Y entre los de esta raza, la más conservadora de todas, la idea primitiva solo fue haciéndose más complicada y llena de ritos a medida que progresaba la civilización.”   En cuanto a los procedimientos funerarios, los egipcios fueron a mayores extremos que los babilonios.  En la antigüedad solían estrangular a los esclavos egipcios y enterrarlos junto con sus amos para que les sirvieran después de la muerte. La sepultura de personas relacionadas con la realeza llegó a incluir una gran variedad de objetos.

El Punto de vista singular de la Escritura

La manera en que los antiguos israelitas disponían de los muertos forma buen contraste con estos procedimientos de entierro complejos. Dice la Enciclopedia Judaica: “La arqueología no revela prácticas de entierro distintivamente israelitas durante casi todo el período bíblico. . . . La ley [mosaica] dice relativamente poco acerca del entierro, y cuando trata del asunto, lo que recibe atención es el evitar contaminarse por los difuntos (Bemidbar/Números 19:16) (Devarim/Deuteronomio 21:22-23).   Los muertos no exaltan a Di-s, han sido olvidados y están separados de Su mano (Tehilim/Salmo 88:10-12), y por consiguiente el luto y el entierro de los muertos son, a lo más, asuntos periféricos en la religión israelita.”  Aunque el judaísmo no pasa por alto el honrar la memoria de los justos muertos (Mishlé/Proverbios 10:7) este ejemplo es tomado del mismo Padre Celestial, quien a pesar de que Abraham, Yitzhak y Yaakob están muertos, Él se declara el Di-s de ellos pues en el corazón de Di-s ellos están vivos con esperanza de resurrección (Shemót/Éxodo 3:6) (Matityahu/Mateo 22:32).

Tanto en las Escrituras Hebreas como en los Escritos Nazarenos en griego se asemeja la muerte a un sueño en el cual los difuntos “no están conscientes de nada en absoluto.” (Qohélet/Eclesiastés 9:5; Tehilim/Salmos 13:3; Yohanán/Juan 11:11-14) Las personas que mueren van al “polvo de la muerte,” y se hacen “impotentes en la muerte.” (Tehilim/Salmos 22:15) (Mishlé/Proverbios 2:18) (Yeshayahu/Isaías 26:14)   ¿Qué hay del alma? Bueno, según La Miqráh/Escritura, el alma no es una parte de la persona, sino la persona entera. (Bereshit/Génesis 2:7) Por lo tanto, cuando muere el individuo, muere el alma.   Por eso hallamos que Ha Naví Yehezqel/El profeta Ezequiel condenó a los que se confabulaban “para dar muerte a las almas que no deberían morir” y “para conservar vivas las almas que no deberían vivir.” (Yehezqel/Ezequiel 13:19; 18:4, 20)  El profesor Edmond Jacob de la Universidad de Estrasburgo se muestra en conformidad con muchos eruditos de la Biblia al declarar: “Ningún texto bíblico autoriza la declaración de que al momento de la muerte el ‘alma’ se separa del cuerpo.” ¿Sabía usted eso?

Puesto que los muertos no están vivos no pueden perjudicar a las personas en la Tierra.  Tampoco pueden serles de provecho alguno las ceremonias religiosas que los vivos ejecutan.   La esperanza bíblica de los muertos no depende de la supervivencia de un alma inmortal inexistente, sino de la resurrección.   Eso significa que la persona entera volverá a vivir, como sucedió en el caso de aquellos a quienes Yeshúa levantó de entre los muertos. (Testimonio de Uri/Lucas 7:11-17; 8:41, 42, 49-56; Testimonio de Yokhanán/Juan 11:1-44).   Tal vez algunos lectores digan: ¿Dónde he oído esto? ¿Me suena conocido? Y alguien responderá: “eso lo enseñan los Testigos de Jehová”, bien el hecho de que los testigos de Jehová tengan esta enseñanza no indica que sea falsa, ¿acaso no predican los católicos a Jesús como salvador y redentor entre otras? ¿Indica eso que tal doctrina sea falsa?  El Cristianismo protestante con gusto ha aceptado esas enseñanzas católicas y hasta las ha heredado.

Definitivamente, la doctrina de que la muerte es un despertar a “otra vida” tan popular entre las religiones es contraria a La palabra de Di-s y debe ser desenmascarada.    El propio Di-s dice que el ser humano es polvo y vuelve al polvo de la tierra cuando muere (Bereshit/Génesis 3.19), en otras palabras cuando morimos dejamos de existir ya que volvemos a la misma condición de inexistencia que adán tenía antes de que Di-s lo creara del polvo de la tierra, cuando Di-s le dio la vida a Adán este se convirtió en un alma viviente (Bereshit/Génesis 2:7) después esta alma peco y murió (Bereshit/Génesis 2:17), por lo tanto el alma no es inmortal sino mortal porque peca (Yekhezqel/Ezequiel 18:4,20)

¿Qué sucede al morir?

Una  traducción – La Santa Biblia de Juan Straubinger – narra así la creación de Adán:

-          Formo YHWH (ADONAY) Di-s al hombre del polvo de la tierra e insufló en sus narices aliento de vida, de modo que el hombre vino a ser un alma viviente (Bereshit/Génesis 2:7)

Observe la expresión “vino a ser” ¿Qué vino a ser? Un Nefesh/Alma y alma es una persona completa, por lo tanto la persona existente o alma, es la unión del polvo y el aliento de vida, en ningún momento y en ninguna parte se dice que Adán recibiera un alma, podemos observar algo más adelante, Adán peca y veamos cual fue la sentencia divina  en Bereshit/Génesis 3:19 según la Nueva Versión Internacional:

-          Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado.   Porque polvo eres y al polvo volverás”

Estas palabras no dan a entender en ningún momento que algo dentro de Adán sobreviviría a la muerte.   Entonces cuando Adán murió, su alma – esto es el mismo Adán – también murió.   Ningún ser humano tiene alma inmortal (Yehezqel/Ezequiel 18:4) el Sheliaj Shaúl (Apóstol Pablo) escribió en Romiyim/Romanos 5:12:

-          Por medio de un solo hombre Adán el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entro la muerte, fue así como la muerte paso a toda la humanidad, porque todos pecaron. (NVI)

Por tal razón si todos los seres humanos pecan, lógico es concluir que también todas las almas mueren, sin embargo Satanás ha engañado al mundo entero (Hitgalút/Apocalipsis 12:9) por medio de las religiones falsas y especialmente por la cristiandad apostata los llamados cristianos enseñando que el alma no muere sino que sigue viva en un más allá.   La palabra de Di-s dice que “los vivos saben que van a morir, pero los muertos no saben nada” (no es La Palabra de Di-s inspirada por El Espíritu de Santo que sabe todas las cosas).   

La Escritura nos explica que cuando el hombre muere, en ese mismo día muere todo por completo (Tehilim/Salmos 146:4).   ADONAY dice: “El alma que pecare esa morirá” (Yehezqel/Ezequiel 18:4,20), si el alma fuere inmortal como enseñan los falsos maestros entonces El Eterno sería un mentiroso al decir que muere, Yeshúa dijo que su alma estaba triste hasta la muerte, (Testimonio de Matityahu/Mateo 26:38) dicho en otras palabras el propio Yeshúa estaba sufriendo una tristeza en todo su ser hasta que llegara la hora de su muerte, si el alma fuera inmortal entonces Yeshúa mintió, Él dijo que vino a dar su alma, su vida en rescate de muchos (Testimonio de Mordejai/Marcos 10:45) la palabra griega traducida por vida es “sijeh” que también es traducida por alma, el alma es el ser vivo como persona (cuerpo y espíritu) si el alma fuere inmortal entonces Yeshúa no habría dado su alma-vida en rescata es decir no hubiera muerto y no existiría la redención por su sangre, por lo tanto la doctrina de la inmortalidad del alma es anti-bíblica.    Fue el diablo que engaño a Eva, diciéndoles que si pecaban que no morirían que serían inmortales, (Bereshit/Génesis 3:4), la doctrina de la inmortalidad del alma la origino hace miles de años Satanás, esta doctrina diabólica se propago por el mundo y hoy la enseñan muchos ministros que se hacen llamar siervos de Di-s tanto en el cristianismo, mesianismo y algunos grupos de judaísmo liberal.

El Adón/Amo dice claramente en su palabra que los muertos duermen, sin embargo la cristiandad desviada enseña que solo duerme el cuerpo en el sepulcro y no el alma, sin embargo observe lo que dice Yeshúa: Lázaro Duerme (Testimonio de Yohanán/Juan 11:11) El Rabi Yeshúa no dijo que solo durmiera el cuerpo del Lázaro, sino Lázaro, el resucito a Lázaro no solo su cuerpo, por lo tanto es la persona la que duerme en el sepulcro, Lázaro estuvo 4 días muerto, si el alma sobreviviera a la muerte y fuera a un más allá, no hay duda que Lázaro hubiera contado esa gran experiencia espiritual sin embargo Lázaro no contó nada pues el no estuvo en un más allá, ya que su alma murió no sobrevivió a la muerte pues el alma muere.   

Muchos maestros de la Biblia enseñan que el alma no resucita pues no muere, pero la palabra de Di-s dice que el alma muere por tanto resucita, por eso es que en Hitgalút/Apocalipsis 20:4 leemos que Yohanán/Juan vio las almas de los mártires creyentes resucitados, por lo tanto es el alma (cuerpo y espíritu) lo que resucitará porque el alma muere, observe bien si los muertos van a vivir cuando resuciten significa que no están vivos en ningún lugar, si los muertos ya estuvieran vivos entonces no tiene sentido que la escritura diga que volverán a vivir, si ellos ya están vivos para que van volverán a vivir, los muertos volverán a vivir resucitaran porque ellos no están vivos en ningún sitio.   Yeshúa dijo que los muertos vivirán en tiempo futuro (Yohanán/Juan 11:25) si los muertos ya estuvieran vivos en un más allá entonces Yeshúa no hubiera dicho esas palabras por lo tanto los supuestos cristianos mienten descaradamente, la Miqráh/Escritura dice que los muertos duermen en el polvo de la tierra  (Devarim/Deuteronomio 12:2, Yokhanán/Juan 11:11, Maaseh/Hechos 7:60, Qorintiyim Alef/1 Corintios 11:30, 15:20, Tesaloniqim Alef/1 Tesalonicenses 4:13-14 5:10).

Es la persona que duerme en el sepulcro no solamente su cuerpo, la palabra de Di-s lo que hace es usar el similar del dormir para enseñar que los muertos resucitarán, cuando dormimos despertamos después, de igual forma cuando alguien muere Di-s le despertara el día de la resurrección esta es la esperanza del creyente en Yeshúa y para eso vino Yeshúa para quitarnos la Ley del Pecado y de La Muerte, para Di-s los muertos no duermen sino que viven (Testimonio de Uri/Lucas 20:38) por la sencilla razón de que Di-s ve el futuro, y por tanto el ve a todos los muertos resucitados y vivos (Testimonio de Uri/Lucas 20:35-37).    El aliento de vida y espíritu de vida no es el alma (Bereshit/Génesis 2:7) (Qorintiyim Alef/1 Corintios 15:45), una cosa es el espíritu (aliento de vida) y otra el alma (la persona), esto lo sabía muy bien el apóstol pablo, el diferencio muy bien el alma del espíritu (Tesaloniqim Alef/1 Tesalonicenses 5:23) el texto hebreo lo diferencia claramente, la palabra traducida por espíritu es Rúaj y por el alma es Nefesh el texto griego de los Escritos Nazarenos también hace esta diferencia, la palabra traducida por alma es “sijeh” y por espíritu es “neuma”

¿Qué es el espíritu?

El espíritu es la energía que el Eterno introdujo en el cuerpo de Adán la cual hizo que el viviera (Yohanán/Juan 6:63)   El Espíritu no es la persona o alma, sino la energía que da la vida a la persona, sería algo así como la energía que hace funcionar los aparatos eléctricos, cuando no hay energía el aparato no funciona, de igual forma el cuerpo sin el espíritu está muerto, (Yakobo/Santiago 2:26), cuando morimos el cuerpo vuelve al polvo, la energía vuelve a su dueño que la dio (Qohélet/Eclesiastés 12:7) entonces el alma (la persona)  muere (Yehezqel/Ezequiel 18:4,20) y dejamos de existir hasta el día de la resurrección en ningún caso es el alma lo que vuelve al Eterno sino el espíritu, observé que el espíritu no desciende al hades o sheol sino vuelve a Di-s que lo dio y esto incluye el de justos e injustos (Tehilim/Salmos 104:29, 146:4) (Daniyel/Daniel 12:2), (Yohanán/Juan 6:40), (Romiyim/Romanos 8:23), (Filipiyim/Filipenses 3:21), (Bemidbar/Números 27:16), (Yob/Job 34:14), (Daniyel/Daniel 7:15), (Romiyim/Romanos 6:20), (Tesaloniqim Alef/1 Tesalonicenses 5:23)  por lo tanto los que enseñan que en el hades hay espíritu están mintiendo, la Miqráh/Escritura no dice que en el hades existan espíritus, los patriarcas sabían que los muertos descendían al sepulcro, (Génesis 37:34-35).

En las escrituras no se dice que el sheol o hades este en un más allá, el sheol o hades está en el interior de la tierra donde van los muertos que son sepultados, la Miqráh/Escritura no dice que en el sheol existan personas vivas, ahí solo moran los cadáveres (cementerio), es reino de los muertos no de los vivos, el sheol o hades no es un sepulcro individual sino el reino de los muertos, siendo el sepulcro el símbolo físico, el sepulcro es la puerta por la que se entra al reino de los muertos, el sheol o hades, Yeshúa dijo que esas puertas del hades no prevalecerán contra los verdaderos creyentes (Matityahu/Mateo 16:18) en otras palabras los sepulcros no podrán contener para siempre a los verdaderos creyentes muertos ya que estos resucitaran y vencerán a la muerte y el hades (Qorintiyim Alef/1 Corintios 15:51-55) (Romiyim/Romanos 5:17-18)

La Parábola de Lázaro y el Rico

La palabra de Di-s muestra que el alma muere de una forma irrefutable.   Hay una parábola dicha por El Mesías que ha sido la más pervertida y malinterpretada por la cristiandad y el mesianismo apóstata que se han divorciado de las raíces del judaísmo bíblico a lo largo de los siglos, y esa parábola es la del rico y Lázaro, registrada en Lucas 16:19-31.

-          Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.  Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,  y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.    Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.  Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.  Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado por esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.  Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.  Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,  porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.  Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.  El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.  Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

Tanto la gran ramera (la iglesia católica romana), como sus hijas rameras (las iglesias separadas de Roma, pero que tienen doctrinas en común con su madre romana) han enseñado durante siglos que esta parábola de El Mesías enseña la doctrina de los sufrimientos eternos en el infierno, así como la doctrina de la inmortalidad del alma.   Según todas esas religiones esta parábola enseña LITERALMENTE lo que sucede con el espíritu de los salvos y de los condenados en un “más allá” ANTES de la resurrección, es decir, ellos enseñan que lo relatado en dicha parábola del rico y Lázaro sucede entre la muerte y la resurrección.    Según ellos, dicha parábola enseña la doctrina de que los condenados ya están ardiendo en el Infierno, y los salvos ya están en el cielo.   Sin embargo, en esta “Derashá/investigación” vamos a observar lo que enseñan las Escrituras demostrando la falsedad de todo eso, vamos a ver como dicha parábola ni enseña la doctrina de los sufrimientos eternos, ni enseña la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma, ni tampoco enseña lo que ocurre con el espíritu de los muertos en un “más allá” antes de la resurrección, es decir, ¡todo lo que enseñan esas agrupaciones falsas respecto a esta parábola es un tremendo y muy peligroso error doctrinal!, producto solamente de una pervertida y diabólica exégesis de esa parábola de Yeshúa como están haciendo con otras enseñanzas.   Por lo tanto, estudiemos ahora dicha parábola, a la luz de las mismas Escrituras.

Exégesis de la parábola del rico y Lázaro

Lo primero que suelen decir los falsos maestros que han pervertido el verdadero significado de esta parábola es que -según ellos- no se trata de una parábola, sino de una historia real y literal.   Esto es completamente falso y ridículo, ya que esta parábola es la última de seis parábolas seguidas, y que son las siguientes:

1- Parábola de la gran cena (Lucas 14:15-25).

2- Parábola de la oveja perdida (Lucas 15:1-7).

3- Parábola de la moneda perdida (Lucas 15:8-10).

4- Parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32).

5- Parábola del mayordomo infiel (Lucas 16:1-13).

6- Parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31).

Los que han pervertido el significado verdadero de esta parábola suelen decir que no se trata de una parábola, porque se mencionan nombres propios: Lázaro y Abraham, sin embargo, ese argumento es una falacia, porque el hecho de que se mencionen nombres propios no significa que no sea una parábola.   Ya ha quedado demostrado que se trata de la última de una serie de 6 parábolas, por lo tanto, es imposible que se trate de una historia real y literal.   Pero no solo eso, esta parábola del rico y Lázaro empieza exactamente igual que la parábola anterior, la del mayordomo infiel, las dos parábolas empiezan así: “Había un hombre rico…” Esto demuestra sin ninguna duda que esta parábola del rico y Lázaro de ninguna manera es una historia real o literal.   Por lo tanto, el primer argumento que dichas doctrinas sostienen es incorrecto.

Los tres estaban muertos, no vivos:   Lo primero que dijo Yeshúa en esa parábola es que tanto el rico, como Lázaro, estaban MUERTOS (v.22).   Por lo tanto, si ellos estaban muertos, entonces no estaban vivos en ningún más allá.    Yeshúa no dijo por ninguna parte que el pobre Lázaro fuera llevado al cielo, sino al SENO DE ABRAHAM, ¿y qué es el seno de Abraham?, pues sencillamente el PECHO de Abraham, ya que el seno es el pecho, el pecho es el lugar donde uno se recuesta para descansar, esto se da entre los casados, amigos o enamorados, entonces puede entenderse que Lázaro fue llevado al descanso de Abraham en otras palabras un término muy conocido entre los judíos “fue reunido a sus padres entre sus sepulcros de descanso”.   Por lo tanto, decir que Lázaro estaba en el cielo es mentira, eso no lo dijo Yeshúa por ninguna parte.   

Seguidamente El Mesías dijo que el rico fue SEPULTADO y estaba en el HADES.   ¿Y qué es el Hades?   Para empezar, las Escrituras  jamás dice que el Hades sea el infierno, la palabra griega que aparece en ese pasaje es HADES, no infierno.   El Hades, según la Miqráh/Escritura, es el SEOL de los hebreos, y esto lo podemos comprobar, por ejemplo, en las palabras que el Sheliaj/Emisario Kefas (apóstol Pedro) dijo en Hechos 2:27:

-          “Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.”

El Emisario Kefas estaba citando sencillamente Tehilim/Salmos 16:10

-          “Porque no dejarás mi alma en el Sheol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.”

Ahora bien, ¿y qué es el Hades-Sheol? la respuesta la tenemos en Hechos 2:29

-          “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.”

Por consiguiente, el Sheol-Hades es sencillamente el lugar de los muertos, es decir, el SEPULCRO, el cual está dentro de la tierra, esto lo podemos comprobar una vez más en el siguiente pasaje:

-          “Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Sheol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación” (Números 16:31-33).

El anterior pasaje es tremendamente claro y sencillo.   La tierra se abrió, y se tragó a Coré y a sus aliados, y a todos sus bienes, y todos ellos descendieron vivos al Sheol, cubriéndolos la tierra, por lo tanto, el Sheol es la SEPULTURA QUE ESTÁ DENTRO DE LA TIERRA.    Para ello debemos observar las palabras anteriores de Moshé cuando expresamente habla sobre el asunto de morir e ir a la sepultura:

-          Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres YHWH (ADONAY) no me envió.   Más si YHWH (ADONAY) hiciere algo nuevo y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas y descendieren vivos al Sheol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a YHWH (ADONAY).  (Números 16:29-30).

Las palabras de Moisés se refieren al proceso normal de vivir, morir y ser sepultado, y no de ser enterrado vivo, lo que fue lo que aconteció a estos, para Moisés es una “suerte” morir y ser sepultado pero ser enterrado vivo es para él un castigo a su rebelión, estos según la palabra “perecieron” y correctamente esto significa “dejaron de existir” y este es el mismo mensaje de Shaúl/Pablo (Qorintiyim Alef/1 Corintios 15:16-18)  La Miqráh/Escritura JAMÁS enseña que el Sheol o Hades sea un lugar en un “más allá” donde van los espíritus de los muertos, al contrario, la Biblia enseña de forma irrefutable que el Sheol-Hades está dentro de la tierra, y ahí van a parar todos los cadáveres que son sepultados y cubiertos por la tierra, ¡nadie vive en el Sheol-Hades!, porque ese es el lugar de los muertos, no de los vivos.    Dicho esto, la pregunta lógica es la siguiente: ¿por qué entonces en la parábola del rico y Lázaro ellos aparecen vivos y hablando entre ellos? Esto lo sabremos en el siguiente apartado.

La parábola del rico y Lázaro es una prosopopeya   ¿Qué es una prosopopeya?   Según el Diccionario, la prosopopeya es una figura del lenguaje, que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados.   Pues bien, esta figura literaria aparece muchas veces en la Escritura, y la parábola del rico y Lázaro es una de esas prosopopeyas, donde Yeshúa hace hablar a tres personas muertas (Abraham, el rico y Lázaro) como si estuvieran vivos.    Veamos otro ejemplo bíblico de prosopopeya: 

-          “Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.   El Sheol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones.    Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros?   Descendió al Sheol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.” (Isaías 14:8-11).

El pasaje anterior del profeta Isaías es de una importancia crucial para entender este asunto.   Todo el pasaje una prosopopeya, pues Isaías hace hablar a los cipreses, a los cedros del Líbano y a los muertos como si fueran personas vivas.   Interpretar este pasaje de forma literal será falso y demencial.   Isaías estaba hablando de la muerte del rey de Babilonia, el cual desciende al Sheol (el Hades) y entonces los muertos que están en el Sheol salen a recibirle y a burlarse de él, y la prueba irrefutable de que ese Sheol es el sepulcro se encuentra en la frase: “gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán”.   Aquí sin ninguna duda se está refiriendo a los gusanos de la putrefacción, los cuales cubrirían en el sepulcro (el Sheol) al rey de Babilonia.

El Rab Yeshúa, siglos después, utilizó este mismo estilo literario, la prosopopeya, para contar la parábola del rico y Lázaro, y para enseñar a los oyentes lo que sucederá cuando el reino de Di-s venga a la tierra, pues entonces los descendientes de Abraham (los creyentes) estarán con Abraham en el reino de Di-s, mientras que los incrédulos, como el rico, serán atormentados por el fuego:

-          “Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Di-s, y vosotros estéis excluidos.   Porque muchos vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Di-s.” (Uri/Lucas 13:28-29).

Por lo tanto, la parábola del rico y Lázaro no enseña de ninguna manera lo que ocurre con los muertos en un “más allá”, sino lo que ocurrirá con los creyentes y con los incrédulos cuando el reino de Di-s venga a la tierra.   Los santos muertos estaban retenidos en el Sheol antes de la resurrección de El Mesías, el Sheol es el SEPULCRO para los hebreos, y esos santos estaban muertos y sepultados. La Miqráh/Escritura JAMÁS enseña que esos santos del Tanaj (Antiguo Testamento) estuvieran VIVOS en un "más allá" o en el Sheol, ni en ningún seno de Abraham.   Ahora bien, ¿estaba el rico ardiendo en el fuego?, esto lo sabremos en el siguiente apartado.

El rico no estaba ardiendo dentro del fuego, sino atormentado por el fuego: En dicha parábola El Mesías dijo que el rico estaba en el Hades (el sepulcro) atormentado por el fuego.   La cristiandad y mesianismo apóstata deforma este pasaje, y pretende hacernos creer que el rico estaba DENTRO del fuego, pero eso es falso, por la sencilla razón de que el rico pidió una gota de agua para refrescar su lengua.   Si el rico estuviera dentro del fuego sería completamente ridículo pedir una gotita de agua para que su lengua se refrescara.   La explicación es muy sencilla: cuando uno está aterrorizado, la lengua se seca, y esto es lo que le ocurría al rico, él estaba aterrorizado o atormentado al ver el fuego donde iba a ser arrojado, y entonces tenía la lengua seca de sed, y por eso es que pidió que su lengua fuera refrescada.  

Observe bien que esta parábola de ninguna manera enseña la doctrina perversa y diabólica de los sufrimientos eternos, lo que enseña esta parábola es que los incrédulos, como el rico, serán ATORMENTADOS POR EL FUEGO, pero no que ellos vivan eternamente en el fuego, ¡esto es muy importante que lo tenga en cuenta, para no seguir engañado.    El propio Mesías dijo bien claro que El Todopoderoso Padre DESTRUIRÁ en cuerpo y alma a los malvados (Mateo 10:28), y si él los destruirá, significa que no los conservará con vida por la eternidad en un sufrimiento sin fin, destruir o matar es todo lo contrario a conservar con vida.   La Vida Eterna es la recompensa de todo aquel que fue hallado fiel a Di-s y a su Palabra, La Vida Eterna es la recompensa a todo aquel que mediante Yeshúa es reconciliado con El Padre, por tal razón la muerte eterna (inexistencia sin posibilidad de volver a vivir) es el castigo para los rebeldes y profanos, si los pecadores estarán vivos por la eternidad en un infierno ¿No estarían también disfrutando de vida eterna? (Romiyim/Romanos 6:23)

El rico, Lázaro y Abraham no eran espíritus:   Aquellos que han deformado esta parábola del rico y Lázaro pretenden hacernos creer que Abraham, el rico y Lázaro eran espíritus, sin embargo, esto es falso, por la sencilla razón de que El Mesías mencionó la LENGUA del rico, el DEDO de Lázaro, y el PECHO de Abraham, por lo tanto, ellos no eran espíritus, sino que tenían cuerpos físicos, una prueba más de que esta parábola de ninguna manera se refiere a lo que sucede con nuestro espíritu cuando morimos, sino que se refiere a lo que sucederá con los creyentes y los incrédulos cuando el reino de Di-s venga a la tierra, entonces los creyentes, como Lázaro, estarán junto a Abraham en el reino del Padre, mientras que los incrédulos, como el rico, estarán siendo atormentados por el fuego, un fuego que después los destruirá en cuerpo y alma (Testimonio de Matityahu/Mateo 10:28).    Algo que si deja en claro esta parábola, es que en la Resurrección tanto los justos como los pecadores reconocerán y se acordarán de sus seres queridos, como también si no queremos ir al infierno debemos alcanzar el Árbol de la Vida, que según Revelación solo está destinado para quienes guardaron los mandamientos contenidos en la Ley de Di-s.

La esperanza de Shaúl

 En la Carta a los Filipiyim/Filipenses 1:21-23, el Emisario/apóstol Saulo dice:

-          Pues para mí, el vivir es el Mesías y el morir es ganancia.   Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger,   pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con el Mesías, pues eso es mucho mejor.

 Las autoridades Hebreas en Jerusalén arrestaron al Rabino Shaúl debido a que predicaba que Yeshúa era el Mesías.   A causa de las circunstancias, él fue forzado a apelar al César.   La carta a los Filipenses fue escrita cerca del año 64 después del Mesías mientras estaba prisionero en Roma  (Filipiyim/Filipenses 1:7, 12-24; 2 Timoteo 1:16-17).   En su primer intento frente a Cesar en 66 d. M., nadie estaba con Saulo. Lo habían abandonado (2 Timoteo 4:16-18). Mientras escribía la carta a los Filipenses, Saulo se debatía entre sí (1) ganaría su libertad, o (2) sería ejecutado.   En ambos casos él pertenecía a Yeshúa el Mesías.   Si vivía, lo haría para el Mesías.   Si era ejecutado, moriría como un mártir para el Mesías.   Habría una “ganancia” para él de ser así (Filipiyim/Filipenses 1:21).

¿Qué ganancia esperaba Saulo? ¿La entrada inmediata a la presencia de Yeshúa en el cielo, como la mayoría de la gente cree? No; la ganancia era una mejor resurrección (Ivrim Netzarím/Hebreos Nazarenos 11:35).   Esto estaba claro en sus continuos comentarios a los Filipenses.   Leamos Filipenses 3:8-14, claramente ahí se enseña que su esperanza era “la resurrección de los muertos”.   Vemos, pues que la esperanza de Saulo no era su entrada inmediata al cielo después de su muerte.   En lugar de eso su esperanza era la resurrección de la muerte —liberado de la tumba— liberado de la corrupción y muerte.   En su carta a los Romanos Saulo vuelve a hablar de “la esperanza” como un evento futuro.   En Romiyim/Romanos 8:18-25, Saulo anuncia que esperamos la redención de nuestros cuerpos. ¿Cuándo ocurre esto? Nuestra esperanza es la resurrección (Qorintiyim Alef/1 Corintios 15:42-56); la resurrección de los justos (Maaseh/Hechos 24:15; Ivrim Netzarím/Hebreos 11:35; Hitgalút/Revelación 20:4-6).   De regreso a Filipenses 1:23, nuestras versiones al español implican que si Saulo abandonaba esta vida al ser ejecutado, sería trasladado inmediatamente a la presencia de Yeshúa, quien está en el cielo.   Como se mencionó arriba, Saulo no esperaba esto.   De ser ejecutado, esperaba descansar en la tumba y esperar la resurrección.   Saulo mismo escribió que la resurrección ocurre al regreso del Mesías, y solo entonces los santos estarán con él.

-          Pues el Maestro mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Elohim, y los muertos en el Mesías se levantarán primero.    Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Maestro en el aire, y así estaremos con el Maestro siempre. (1 Tesalonicenses 4:16-17)

¿Entonces qué quiso decir Saulo en Filipenses 1:23? La clave para entender está en la palabra traducida “partir”.   La palabra griega es “analúo”(G360 ἀναλύω).    Esta palabra aparece en los Escritos de los Emisarios en griego (mal llamado nuevo testamento) sólo una vez más, y esa vez es traducida como “regreso”.   Pero “regreso” es lo opuesto a “partir”, veamos pues ese otro verso, encontrado en El Testimonio de Uri/Lucas 12:35-37:

-          y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa [“analúo”(G360 ἀναλύω)] de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame. (Lucas 12:36)

Se observa claramente en el contexto que “analúo” (ἀναλύω) está relacionada con el “regreso” del Mesías, y nunca con su “partida”.   Hay otra evidencia en Filipenses 1:23 indicando que “analúo”(G360 ἀναλύω) no debe ser traducida “partida”, sino “regreso”.

Primero, si Saulo realmente hablo de “partir” la palabra griega sería “anajorreo”(G402 ἀναχωρέω).   Esta palabra es traducida “partir” ocho veces, de acuerdo a la Concordancia de Young.   Sin embargo, como hemos visto, en Filipenses 1:23, se tradujo “analúo”(G360 ἀναλύω), cuyo significado es “regreso”, Mastering Greek Vocabulary, 2nd Ed. por Thomas A. Robinson; Hendrickson Publishers, Peabody, MA, p. 150.   Segundo, hay dos palabras en los manuscritos griegos de Filipenses 1:23 que no fueron traducidas y escritas en las traducciones españolas (la mayoría de ellas).   Esto de acuerdo a El NT interlineal “George Ricker Berry Greek/English” y el NT interlineal de “NIV Greek/English”.   Estas palabras son “para él”. ¿Por qué fueron omitidas? Posiblemente para conformarlo a una idea doctrinal preconcebida.  

Cuando traemos estas dos palabras hacia las versiones en español, el mensaje correcto de Filipenses 1:23 sería como a continuación:

συνεχομαι 4912:V-PPI-1S δε 1161:CONJ εκ 1537:PREP των 3588:T-GPN  δυο 1417:A-NUI  την 3588:T-ASF επιθυμιαν 1939:N-ASF εχων 2192:V-PAP-NSM εις 1519:PREP το 3588:T-ASN αναλυσαι 360:V-AAN και 2532:CONJ συν 4862:PREP χριστω 5547:N-DSM ειναι 1510:V-PAN πολλω 4183:A-DSN γαρ 1063:CONJ μαλλον 3123:ADV κρεισσον 2908:A-NSN

-          Pues de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo por el regreso y estar con El Mesías pues eso es mucho mejor.  

-          Estoy siendo afligido pero fuera de estas dos cosas, tengo el deseo dentro de mí de ir hacia la muerte y lo cual  si pudiera estar con el Ungido sería mucho mejor.

Por favor note que no he agregado estas dos palabras (por el).   No, ya que el texto griego contiene estas palabras, pero las traducciones al español las omiten.  

En Filipenses 1:23, Saulo habla de tres cosas:   Saulo podría ser ejecutado (v. 21).   Saulo podría salir libre (v. 21).   Saulo esperaría por el regreso, entonces él estaría con el Mesías, “lo cual es mucho mejor“, que las otras opciones (v. 23).   En la versión de Benjamin Wilson (Diaglott), Filipenses 1:23 se lee así:

-          “Estoy fuertemente presionado entre dos cosas; tengo el deseo de regresar, y estar con el Mesías, lo cual es mejor para preferir,…”.

 Así debe concluir la declaración de Saulo: El no esperaba morir e inmediatamente estar con el Mesías.  En su lugar, si él moría o vivía, él miraba hacia delante al regreso del Mesías.   La creencia de que el hombre tiene un “alma inmortal” que se transporta “al cielo o al infierno“ al momento de morir no es una enseñanza Bíblica.   Ha sido adoptada de religiones paganas.   Creer en la inmortalidad del “alma” es un paso para creer en la reencarnación, una doctrina dañina.   Deshagámonos de todo rastro de paganismo y creamos en las Sagradas Escrituras las cuales fueron inspiradas por YHWH (ADONAY), EL PODEROSO ALTISIMO (2 Timoteo 3:14-17).   Otras escrituras que confirman esta conclusión se encuentran en la Escritura.  Estas son unas pocas: Tehilim/Salmos  6:5, 115:17, 146:4, Qohélet/Eclesiastés 9:5, 9:10.

El apóstol Saulo, siendo un Doctor de la Ley (Toráh), sabía y entendía estas escrituras.   Una vez muerto, ese es el fin de los pensamientos y actividades del hombre —hasta la resurrección.  (Maaseh/Hechos 24:14-15) (Testimonio de Uri/Lucas 14:14)   Nuestra recompensa es en la resurrección y no al momento de morir.    La Inmortalidad es algo que buscamos y que tendremos cuando El Mesías venga (Romiyim/Romanos 2:7) (Qorintiyim Alef/1 Corintios 15:16-18) (Qorintiyim Alef 15:53) (Tito 1:2, 3:7) (Yokhanán Alef/1 Juan 3:15)    Viendo a tantos testigos de que no tenemos “INMORTALIDAD” todavía, pues es algo para buscar, para esperar, para esforzarse.   Es una parte integral del plan de salvación de YHWH (ADONAY) para la humanidad garantizar a sus redimidos, vida eterna después de la resurrección de los justos.   Saulo no se contradijo ni al resto de la escritura en Filipenses 1:23. La dificultad fue ocasionada por la forma de interpretar y traducir al idioma Español.

Conclusión:

Cuando el ladrón arrepentido le dijo a Yeshúa, que se acuerde de El CUANDO VENGA EN SU REINO, esto nos demuestra que el ladrón arrepentido iría en ese momento al reino de los cielos, no pasaba tal idea por su mente, él se refería a que había reconocido a Yeshúa como El Mesías en ese momento de dolor, y que aceptaba que por medio de Él se cumpliría la esperanza mesiánica judaica de la resurrección.   Las Biblias arregla das bajo concepto doctrinal preconcebidas en ellas, en apariencia parece que declaran que el Maestro promete al ladrón que estaría al morir en el reino de los cielos con Yeshúa, en las Biblias comunes leemos:

-          De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso (Lucas 23:43 RV 1960)

Pero aquí hay un arreglo gramatical bien adecuado para una doctrina totalmente distinta a la dicha en el pasaje.   Pero si vamos a los Escritos Originales y traducimos desde la perspectiva hebrea, nos llevamos la sorpresa de que ahí hay algo distinto que concuerda con los demás Escritos

-          De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso (Testimonio de Uri 23:43 VIN)

Al leer desde la primera versión muchos piensan que Yeshúa le dijo al ladrón arrepentido que ese mismo día el ladrón iría al cielo con Yeshúa, pero vemos en los Testimonios de los primeros Discípulos, que cuando Yeshúa murió el ladrón aún vivía  y por ello le quebraron las piernas (Testimonio de Yohanán 19:32-33) Por lo tanto no fueron al mismo momento al cielo.   Por otra parte, cuando Yeshúa hablo con Myriam de Magdala, le dijo que no lo tocase porque aún no había subido al cielo (Yohanán 20:17), entonces esas palabras revelan que Yeshúa no fue al cielo ese mismo día con el ladrón arrepentido de acuerdo a la forma cristiana de traducción sino que le hizo una promesa ese día al ladrón arrepentido de acuerdo a la esperanza mesiánica judaica de la resurrección y vida eterna cuando venga el reino de los cielos. 

 
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